El estrecho vínculo familiar que se genera entre abuelos y nietos es de los
más especiales, entrañables e incondicionales que hay. ¡Está lleno de valores! Los abuelos son una fuente
inagotable de amor, atención, juego y conocimiento para las jóvenes generaciones.
Historias, relatos, recetas caseras, anécdotas, cuentos, fotografías,
vicisitudes… Son la principal fuente de información sobre las raíces, memorias,
tradiciones y valores familiares. Un pozo de valor incalculable que si alimentamos,
cuidamos, mimamos y preservamos, obtendremos el legado más preciado: inmortalizar
la mejor de todas las historias nunca explicadas: la biografía de nuestra
familia.
Crear un árbol genealógico, escribir la propia historia de vida familiar y
hacer un storytelling o reportaje audiovisual que recorra todas las experiencias
particulares vividas por antepasados y familiares actuales asegura que los
recuerdos y los valores perduren para siempre, que este conocimiento único,
particular y vital se traspase de generación en generación.
Ya lo decía el novelista Samuel Butler, que “memoria y olvido son como la vida y la muerte. Vivir es recordar y
recordar es vivir. Morir es olvidar y olvidar es morir”.
Los nacimientos, las vivencias político-sociales de cada momento, los
juegos y cuentos de los antepasados, los oficios, los aprendizajes vitales, los
traslados, los momentos buenos y no tan buenos, los reencuentros y celebraciones,
las recetas familiares, los relatos,
cuentos y chistes, abrazos, besos, sentimientos y momentos mágicos... Cada
detalle, cada recuerdo vale la pena materializarlo en una experiencia memorable
eterna en el tiempo, en el mejor legado que las futuras generaciones pueden
heredar.
De hecho, rememorar y recordar son unas excelentes experiencias memorables
para todos los miembros de una familia. A los abuelos les proporciona una
valiosa dosis de autoestima, al sentirse necesarios, importantes y protagonistas
principales de su propia novela, película o documental audiovisual personal. También
les ayuda a darse cuenta de la gran huella que están dejando sus logros en el
decurso de su vida. Y es que elaborar la propia biografía familiar estimula y
cuida las relaciones con la familia, mejorando el bienestar y calidad de vida
de todos los seres queridos.
Respecto a las nuevas generaciones, por un lado les aporta unos
aprendizajes que solamente pueden lograr
a través del núcleo familiar y, por otro, les ayuda a crecer y formarse,
fomentando el respeto por las personas adultas, la capacidad de escucha y la comunicación
intergeneracional. Si participan en la configuración de la historia familiar
aportando dibujos, fotografías y experiencias actuales, también estaremos
fomentando el sentimiento de seguridad y pertenencia de los jóvenes de la casa.
La proximidad de un aniversario especial, la necesidad de rendir homenaje
emotivo a un familiar que nos ha dejado o simplemente la apuesta por un autoregalo
o regalo personalizado, único e irreemplazable son solo algunos de los momentos
ideales para decidirse a iniciar nuestra propia biblioteca y videoteca
familiar.
Elaborar una biografía emotiva y vivencial, tanto en formato escrito como audiovisual,
implica documentación, producción, redacción, filmación, edición... En
definitiva, tiempo, paciencia y dedicación, pero el resultado siempre vale la pena
porque se obtiene un legado que perdurará para siempre. Si queréis un resultado profesional, autentico
y exclusivo, sé de una apasionada periodista-videógrafa que seguro sabrá transmitir
vuestra esencia familiar mediante entrevistas personalizadas a domicilio u online,
escaneo de fotografías, y una filmación y edición profesional que seguro os aportará
la experiencia memorable que os merecéis. ¿Cuándo empezamos?
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